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El semen, ese gran desconocido

  • Tania MT
  • 24 nov 2015
  • 4 Min. de lectura

Antes de empezar y para quien no lo tenga claro, el semen es, según la Real Academia Española (RAE), el conjunto de espermatozoides y sustancias fluidas que se producen en el aparato genital masculino de los animales (seres humanos inclusive). Vamos ahora con lo que -probablemente- no sabías sobre el semen del ser humano:

No es oro todo lo que reluce

Solo un 10% del semen eyaculado son espermatozoides. En una sola eyaculación su número oscila entre 150 y 450 millones. Puede parecer mucho pero hay que tener en cuenta que una parte de ellos es anormal (dos cabezas, dos colas, demasiado grandes, demasiado pequeños) o solo nada en círculos y no llegará muy lejos.

Los ingredientes

Las sustancias fluidas que menciona la RAE en su definición se denominan, técnicamente, plasma seminal. El plasma seminal tiene una función y un origen muy diferente al de los espermatozoides. Se trata del fluido extracelular que actúa como medio y transportador de los espermatozoides y no se genera en los testículos, sino en otros órganos. Contiene ácido cítrico, ácido fosfatídico, potasio, bicarbonato, fructosa, glucosa y proteínas, entre otras cosas. Son estas proteínas las que le otorgan la consistencia coagulosa. Además, si predomina el color amarillento sobre el blancuzco, es debido a las flavinas, una base nitrogenada de color amarillo.

La suma de todos estos componentes da lugar a un pH alcalino, necesario para compensar el pH ácido de la vagina y que los espermatozoides funcionen mejor. Aún así, la vida media de un espermatozoide en este ambiente es de 48 horas aproximadamente.


La cantidad depende

El volumen eyaculado puede variar mucho: desde 2 mL hasta un máximo de 5mL, siendo el promedio de unos 3mL. Va a depender de factores como el tiempo de abstinencia sexual previa o el nivel de excitación antes de eyacular. Además, aunque el número de espermatozoides eyaculados tras un periodo de abstinencia es mucho mayor que el eyaculado cuando se hace frecuentemente, la calidad de este no varía.

Háganse los espermatozoides

La espermatogénesis es el proceso de generación de espermatozoides. Tiene lugar en el túbulo seminífero y dura alrededor de 2 meses. Comienza durante la pubertad y, a partir de ahí, ocurre de forma continua y cíclica durante toda la vida del hombre. Debido a esta producción sin descanso, el propio organismo puede reabsorber el esperma producido que está almacenado si no se eyacula de vez en cuando o bien liberarlo espontáneamente en forma de poluciones nocturnas.

La carrera no es siempre para el más rápido

Una vez eyaculados, los espermatozoides necesitan una preparación previa que posibilite la fecundación del óvulo. Este hecho se conoce como capacitancia y consiste en una serie de cambios a nivel molecular que ocurren en su membrana a medida que avanzan en su camino hacia el óvulo. Por esto, los espermatozoides que llegan más rápido tienen menos posibilidades de estar capacitados para conseguir su objetivo final. Por otra parte, los espermatozoides rezagados que se tomaron su tiempo alcanzan al óvulo con la preparación necesaria.

Tus testículos están ahí por algo

Los testículos están suspendidos en el escroto (la bolsa que los envuelve) por una muy buena razón y es que para que los espermatozoides maduren se necesitan casi 2ºC menos que la temperatura corporal y esto solo es posible si se separan del cuerpo para poder tener su propia temperatura.

Relación entre obesidad y detrimento de la calidad

Cada vez son más los estudios que concluyen que la obesidad de los varones afecta negativamente a su potencial reproductivo, no solo por la calidad de su esperma en general sino porque altera la estructura física y molecular de las células primigenias que dan lugar a los espermatozoides. Además, también se ha sugerido que los perfiles hormonales de los hombres obesos (que están alterados) afectan a la maduración de estas células.

Actualmente, bajar de peso es la solución que se les propone a los hombres obesos con problemas de infertilidad y está probado que funciona. El problema es que todavía no se ha demostrado si esta mejora en la calidad del esperma se debe solamente a la bajada de peso o al cambio de hábitos para conseguirla.

Tratamientos contra el cáncer e infertilidad

La quimio y radioterapia son tratamientos contra el cáncer que se basan en la afectación, en mayor medida, de aquellas células con índices de reproducción elevados. Esta característica la poseen evidentemente las células cancerosas pero, por desgracia, también otras células sanas del organismo como pueden ser las de la médula ósea, las de los folículos pilosos o las células sexuales masculinas.

Actualmente existen dos opciones para conservar los gametos masculinos: una es la criopreservación del esperma y otra la criopreservación de tejido testicular maduro. Los espermatozoides sobreviven largos periodos de tiempo cuando se mantienen a temperaturas criogénicas. Sin embargo, la primera opción está sujeta a la capacidad del paciente de eyacular. Si esto no es posible, se contempla la segunda opción, que consiste en biopsar los testículos.

¿Es niño o niña?

Debido a que las células sexuales son haploides (contienen la mitad del contenido genético para formar un individuo) y a que el óvulo siempre contiene un cromosoma sexual X, el espermatozoide es el que determina finalmente el sexo del nuevo individuo ya que pueden aportar otra X (XX es sexo femenino) o una Y (XY es sexo masculino).

Referencias

Oldereid N, Gordeladze J, Kirkhus B, Purvis K. Human sperm characteristics during frequent ejaculation. Reproduction. 1984;71(1):135-140.

Gilbert S. Developmental Biology. 10th ed. Massachusetts: Sinauer Associates; 2014.

Shukla K, Chambial S, Dwivedi S, Misra S, Sharma P. Recent scenario of obesity and male fertility. Andrology. 2014;2(6):809-818.

Wyns C. Male fertility preservation before gonadotoxic therapies. Facts Views and Vissions Obgyn. 2010; 2(2): 88–108.

 
 
 

De células a ecosistemas; de átomos a estrellas

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